En 1937, mientras cursaba sus estudios en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM, Juan Sordo Madaleno fundó su propio despacho. Tenía veintiún años. Al cabo de dos años se tituló con el proyecto Edificio de comercios y departamentos, que se construyó hasta 1940 en la colonia Roma, al asociarse con su antiguo compañero de carrera Augusto H. Álvarez. Juntos iniciaron un periodo de producción notable. Obras destacadas como Melchor Ocampo (1943), Lerma 333–335 (1944), Ródano y Atoyac (1947) y el edificio Larín (1947), en la colonia Cuauhtémoc, marcaron el inicio de una presencia cada vez más creciente en la ciudad.

La sociedad concluyó en 1946 con el edificio de oficinas Reforma y Morelos, donde _Juan Sordo Madaleno_ instaló su despacho en la última planta: una recepción, una oficina principal y una sala de dibujo con algunos restiradores, todo articulado en torno a un patio interior con vista al Paseo de la Reforma y al Monumento a la Revolución.

La década siguiente trajo consigo una expansión de escala. Las obras se volvieron más visibles y de carácter público: Cine Ermita (1951), la Dirección de Policía y Tránsito (1956), el edificio Reforma y Versalles (1954) y la Torre Anáhuac (1958). Si bien trabajó sobre todo de forma independiente, Sordo Madaleno también colaboró con arquitectos como Jaime Ortiz Monasterio (Cine París, 1954), Álvaro Ysita (oficinas en Génova y Hamburgo, 1956), y Raúl Henríquez y Agustín Caso Bercht (Capilla del Rancho La Herradura, 1958).

**En 1958, tras la construcción del hotel Presidente Acapulco, inició una sociedad de más de veinte años con José Adolfo Wiechers Escandón, su antiguo discípulo.** En ese proyecto participaron también Félix Candela, Clara Porset, Mathias Goeritz y Frank Kyle. Poco después, diseñó el Hotel María Isabel (1961) junto a su mentor, José Villagrán García, en cuyo despacho trabajaba un joven, Ricardo Legorreta.

Ese mismo año, junto con Wiechers e Ignacio Escalante, proyectó la Iglesia de San Ignacio de Loyola en Polanco: un templo de planta de cruz latina, con cubiertas a dos aguas construidas con perfiles metálicos y materiales preconstruidos. Una obra que demostró que la arquitectura moderna podía habitar los espacios litúrgicos.

A comienzos de la década de 1960, se incorporó como arquitecto asociado Imanol Ordorika Bengoechea, ex alumno de Sordo Madaleno. Juntos realizaron proyectos como los laboratorios Merck, Sharp & Dohme (1960), la Fábrica de Cartuchos Deportivos en Cuernavaca (1962), cuya cubierta fue diseñada por Félix Candela, las Viviendas de Cobre de México (1964) y el Palacio de Justicia (1964).

**Uno de los episodios más singulares de esta etapa fue La Alteña, un conjunto de viviendas unifamiliares proyectado junto a Luis Barragán en Naucalpan, como parte del plan maestro Lomas Verdes. Aunque el desarrollo mayor no se concretó, las casas sí se construyeron.**

A fines de la década de 1970, el despacho se trasladó temporalmente a la calle Darwin, en la colonia Anzures. Desde allí se abordaron proyectos de mayor envergadura y con un carácter decididamente comercial: Plaza Universidad (1969), Hotel Presidente Cozumel (1969), Plaza Satélite (1971), Conjunto Bosques de las Lomas (1974), Palmas 555 (1975), el Centro Operativo Bancomer (1976, en colaboración con Álvarez) y el Hotel Presidente Chapultepec (1977). También se diseñó, aunque no llegó a ejecutarse, el complejo de usos mixtos La Salle México (1982), en colaboración con Skidmore, Owings & Merrill.

Ya hacia el final de su vida, y debido al deterioro de su salud, Juan Sordo Madaleno firmó en solitario su última obra: el Hotel Fiesta Americana de Guadalajara (1982). Poco después, junto a su hijo, Javier Sordo Madaleno Bringas, diseñó la casa de Reforma 2076, que sería la nueva sede del despacho. Juan Sordo Madaleno falleció en marzo de 1985.

Javier Sordo Madaleno Bringas inició su trayectoria profesional con el Centro Internacional de Prensa para el Mundial de Fútbol México 1986. Ese mismo año proyectó el Corporativo Televisa —un proyecto no construido— en colaboración con Norman Foster.

**Durante las décadas de 1980 y 1990, el despacho incorporó tecnologías digitales.** En esa transición se destacan dos proyectos turísticos en colaboración con José de Yturbe Bernal: los hoteles Westin Regina en Puerto Vallarta (1992) y Los Cabos (1994). Además, Javier ejecutó proyectos de gran relevancia como la remodelación de Plaza Satélite (1993), el Hotel Marriott (1996), Moliere 222 (1997, expansión en 2015) y Angelópolis (1998).

En 2006 se inauguró la primera etapa del conjunto Antara, en los terrenos donde antes operó la planta de General Motors. El proyecto trascendió su carácter arquitectónico y marcó el inicio de una profunda transformación urbana: una zona industrial subutilizada, que, con su visión, dio paso a un nuevo polo cultural y comercial, donde luego se levantarían los museos Soumaya y Jumex.

**Antara se consolidó como un masterplan en evolución, compuesto por múltiples fases con impacto urbano y programático.** En ese mismo período, se diseñaron —de manera pro bono— más de treinta Centros de Rehabilitación Infantil Teletón en distintas regiones del país, además de la Iglesia San Josemaría Escrivá de Balaguer (2009), una obra emblemática situada en Santa Fe.

A partir de 2010, la tercera generación —Javier, José Juan y Fernando Sordo Madaleno de Haro— asumió un rol activo en la dirección de la firma, ampliando su alcance estratégico, operativo y proyectual. **En 2017, la oficina se trasladó al Corporativo Antara II, una decisión que marcó el inicio de una nueva etapa.**

Entre los proyectos más representativos de este ciclo reciente se encuentran Toreo Parque Central (2013), Hyatt Playa del Carmen (2015), Solaz Los Cabos (2018), Artz Pedregal (2018), Rubén Darío 225 (2020), Valle San Nicolás (2021), Amelia Tulum (2023), Akumal (2023), Academia Atlas (2023), The Village (2023) y SHA (2024), entre muchos otros.

**En 2022, se constituyó la Fundación Sordo Madaleno, concebida como una extensión natural del pensamiento del estudio. Desde entonces, la Fundación articula programas educativos, culturales y patrimoniales en estrecha relación con universidades e instituciones afines.**

En 2023, una selección del acervo histórico de la firma se presentó en la exposición Transformación Urbana. Sordo Madaleno Arquitectos, en el Palacio de Iturbide bajo la curaduría del Prof. Barry Bergdoll. La muestra se acompañó de un volumen homónimo —también editado por Bergdoll— que recoge quince ensayos dedicados a recorrer más de ocho décadas de producción arquitectónica. 

Ese mismo año, Sordo Madaleno Arquitectos inauguró su primera oficina internacional en Londres, proyectando hacia otros contextos una práctica arraigada en la experiencia, la invención y la continuidad generacional.


Crónica de una transformación

Crónica de una
transformación